Casi toda mi vida fui una mujer sensible de corazón pero hermética para expresar mis sentimientos. Provengo de una familía que por generaciones han obviado decir a sus hijos cuanto los quiere. Y claro que fueron queridos! como mis hermanos y yo hemos sido queridos por nuestros padres. No hace mucho tiempo, reparé que a mi tmb se me pasó el tren en ese sentido. Aunque amo profundamente a mis hijos, que ya son adultos; me siento cohibida para decirles cuanto los amo. Los he amado tanto y tanto! Y cuando los estaba criando me sentía atada _por completo_ emocionalmente a ellos, que no me daba cuenta de lo importante que era hacerles saber, de forma explícita, que los amaba. Y Cuando hice la retrospectiva de la situación comencé a pensar, que mi problema formaba parte de una cadena ancestral, de un círculo vicioso. Nunca escuché a mis abuelos decirles a sus hijos ni a sus nietos, que los amaban. Pero no tengo excusas. Reconocí el problema y estoy haciendo pininos para romper con "ese defecto congénito" Comencé por escribirles tarjetas en las fechas especiales, donde les expreso mis sentimientos. Con cierta timidez les digo que los amo cuando tengo la oportunidad. Actualmente sueño con el momento en que los tenga a los tres reunidos para aconsejarles Que cuando tengan sus hijos no olviden decirles siempre, cuanto los quieren; pero creo que no voy a esperar y voy a hablarles uno por uno. No deseo que ellos arrastren esa cadena familiar. Dentro de los cambios que estoy haciendo en mi vida afectiva tmb pienso agradecerles a las personas que influyen de manera positiva en mi vida, no con un simple gracias, sino con palabras que expresen mis sentimientos hacia ellas. Es por ello que hoy le dije a mi doctor lo importante que él es para mi y (después de Dios) que me sentía agredecida y muy segura con sus cuidados. Se lo dije por escrito debido a que él no entiende mucho mi "English", él se puso feliz con la nota y me pidió que le pusiera su nombre, el cual no le había puesto porque no sabía escribirlo, así que lo busque en mi expediente médico (Doctor Sawhney Harinder) y se lo puse. Imagino que me pidió que le ponga el nombre para conservarla. Para mi ese lindo pasaje de mi día es un ejemplo claro de la importancia de expresar los sentimientos con sinceridad y de no dejar pasar la ocasión cuando una tiene la oportunidad de decirlo. Ahora mismo voy a decirle a mis hijos cuanto los amo, a cada uno.
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